lunes, 12 de junio de 2017

Salvador Díaz Mirón

Poeta del modernismo


Dr. Héctor Darío Aguirre Arvizu
17-06-12

#Semblanza, #Efemérides, #EfeméridesMexicanas, #UnDíaComoHoy, 12 de junio de 1928, fallece Salvador Díaz Mirón en el puerto de Veracruz, distinguido poeta de América, periodista, literato y político liberal. Siendo primero poeta romántico, pasó a heroico y luego a lírico, del clasicismo al modernismo.
Salvador Díaz Mirón
Nació en el puerto de Veracruz, Veracruz, el 14 de diciembre de 1853. Fue hijo del periodista y político Manuel Díaz Mirón, quien fue gobernador de su estado. Realizó sus estudios básicos en su ciudad natal y en Xalapa. Salvador siguió los pasos de su padre en la política, como liberal, aunque con una gran inclinación a las letras.
Inició su oficio de periodista a los 14 años, y llegó a ser reconocido como poeta desde 1874.
Ya en 1872 había viajado a Estados Unidos y a su regreso ya sabía inglés y francés, además de nociones de griego y latín.
Su obra se divide en tres etapas: desde aquel 1874 hasta 1892 y desde éste hasta 1901, y de 1902 a su fallecimiento.
En la primera se enmarca en la corriente del romanticismo europeo, destacando Oda a Víctor Hugo, Gloria, Voces interiores, Ojos verdes y Redemptio, entre muchas otras.
Algunas de sus obra románticas fueron incluidas en la antología titulada El Parnaso Mexicano (1874).
El poeta
En 1876 fue deportado a Nueva York, Estados Unidos por motivos políticos al escribir en el periódico El Pueblo. Regresando, colaboró en varias publicaciones, como El Diario, El Orden y el Imparcial, y llegó a dirigir El Veracruzano, propiedad de su padre.
En su trabajo político representó al distrito de Jalancingo en la legislatura de Veracruz, y para 1884 pasa a ser diputado al Congreso de la Unión por su estado, actuando destacadamente con la minoría independiente.
En 1892, en fechas cercanas a las elecciones, mata en defensa propia a Federico Wólter, por una agresión con un bastón y es absuelto del caso después de cuatro años en prisión. No es la primera vez que se encuentra envuelto en problemas legales de este tipo, aunque no había sido encarcelado. Pasa a radicarse en Xalapa.
En su segunda etapa de obra artística publicó su libro Poesías en Estados Unidos (1895) y en París (1900).
Al año siguiente publica Lascas, en Xalapa, obra con 40 poesías inéditas, considerada su principal libro, de corte intimista e introspectiva. También a este periodo corresponden El fantasma, Paquito (clásica poesía para leer el día de la madre), Nox, A Tirsa, A una araucaria, Claudia e Idilio, entre muchas otras.
Un dibujo
En 1904  regresa como diputado al Congreso de la Unión. En 1910 atenta contra la vida del diputado Juan C. Chapital, por lo que es desaforado y puesto en prisión. Es puesto en libertad al triunfo de la llamada revolución en su primera etapa.
Dirigió el Colegio Preparatorio de Jalapa (1912-1913).
Durante el gobierno de Huerta dirigió el diario El Imparcial en la ciudad de México (1913-1914), siendo exiliado a Europa poco antes de la caída de aquél.
Después de vivir un corto periodo en Santander, España, va a radicar a La Habana, Cuba, en donde da clases de francés, Historia Universal y Literatura.
Venustiano Carranza autorizó su regreso al país y la restitución de sus bienes.
En 1921 el presidente Obregón le ofreció una pensión pero Díaz Mirón la rechazó.
Un grupo de escritores organizó en 1927 un homenaje nacional pero declina ante el mismo. Ese año es nombrado director del Colegio Preparatorio de Veracruz.
De la tercera etapa del poeta, de una extrema concisión, se conocen 24 obras, entre ellas Los peregrinos, Al buen cura, A un profeta, La mujer de nieve, A un pescador y El ingenioso Hidalgo, aunque su producción fue mucho mayor, misma que  pretendía reunir en varios libros que no fueron publicados.
Falleció el 12 de junio de 1928 en la ciudad de Veracruz. Dos días después su cadáver fue trasladado a la ciudad de México, D. F. Para sepultarlo en la Rotonda de los Hombres Ilustres (hoy de las Personas Ilustres) por acuerdo presidencial.
Su tumba en el pantón de Dolores
En 1941 Antonio Caso Leal publicó las Poesías completas.
La casa donde vivió fue comprada por el gobierno en 1981, rehabilitada y abierta como el Museo Casa Salvador Díaz Mirón al año siguiente.
La producción poética de Díaz Mirón que se conoce es escasa, pues una parte se perdió y otra fue destruida por el propio autor.
Bibliografía: El Parnaso Mexicano (1886), Poesías (1895), Lascas (1901), Poemas (1918), Poesías Completas (1941), Antología poética (1953), Prosas (1954).

Aquí su poema Ojos Verdes.
Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
¡estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!

Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
¡glorificad mi penar!
¡No me desoléis así!
¡Tened compasión de mí!
¡Ojos verdes como el mar!

Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una sola vez,
ojos color de esperanza.

Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.


Su más conocido poema Paquito:
Cubierto de jiras,
al ábrego hirsutas
al par que las mechas
crecidas y rubias,
el pobre chiquillo
se postra en la tumba,
y en voz de sollozos
revienta y murmura:
«Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.

«¡Qué bien que me acuerdo!
La tarde de lluvia;
las velas grandotas
que olían a curas;
y tú en aquel catre
tan tiesa, tan muda,
tan fría, tan seria,
y así tan rechula!
Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.

«Buscando comida,
revuelvo basura.
Si pido limosna,
la gente me insulta,
me agarra la oreja,
me dice granuja,
y escapo con miedo
de que haya denuncia.
Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.

«Los otros muchachos
se ríen, se burlan,
se meten conmigo,
y a poco me acusan
de pleito al gendarme
que viene a la bulla;
y todo, porque ando
con tiras y sucias.
Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.

«Me acuesto en rincones
solito y a obscuras.
De noche, ya sabes,
los ruidos me asustan.
Los perros divisan
espantos y aúllan.
Las ratas me muerden,
las piedras me punzan...
Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.

«Papá no me quiere.
Está donde juzga
y riñe a los hombres
que tienen la culpa.
Si voy a buscarlo,
él bota la pluma,
se pone muy bravo,
me ofrece una tunda.
Mamá, soy Paquito;
no haré travesuras».

Y un cielo impasible
despliega su curva.


Con información de: Los poetas. Biografías.

Todos sus poemas en: Salvador Díaz Mirón.


D. R. 2017 Darío Aguirre




No hay comentarios:

Publicar un comentario